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Clasificación de los residuos de construcción

¿Sabrías explicar cuál es la clasificación de los residuos de construcción? ¿Qué tipos existen o qué elementos van en cada uno? Actualmente, existe una notable preocupación por el aumento en su generación, así como en su tratamiento y valorización posterior. Por ello, vamos a tratar de explicártelo un poco en detalle en este nuevo post. ¡Comenzamos!

Recientemente, entró en vigor en nuestro país una nueva legislación que regula y clasifica los residuos de construcción y demolición. Entre sus principales objetivos se encuentra reducir el impacto medioambiental y alcanzar una mayor sostenibilidad en este sector.

Los de construcción y demolición son un tipo de residuos no peligrosos de los que ya os hablamos en un post anterior. Si quieres conocer otros tipos que también reciben esta denominación, te recomendamos no perderte este post que te enlazamos de nuestro blog. Esperamos que lo encuentres interesante.

¿En qué consiste la clasificación de los residuos de construcción?

Un aspecto que viene a mejorar la nueva ley es el control. Anteriormente, existían más dificultades para poder medir el verdadero impacto económico y medioambiental de estos residuos, lo que desembocaba en descontrol y abandono sin registro alguno. Con la normativa actual, la recogida separada y posterior tratamiento pasan a tener un papel prioritario.

Así, por lo tanto, resulta vital conocer, diferenciar y organizar todos los residuos procedentes de esta actividad para una posterior reutilización, reciclaje y valorización. Así, si realizamos una clasificación de los residuos de construcción según su origen, podemos distinguir:

• Residuos procedentes de puntos de extracción de áridos o de movimientos de tierras puras.
• Residuos procedentes de obras de construcción.
• Residuos procedentes de obras de demolición.

Pero también puede realizarse otra clasificación diferente y es ateniéndonos a la clasificación de los residuos de construcción según su naturaleza. En esta ocasión, podemos diferenciar los siguientes:

• Residuos inertes, como el hormigón, ladrillos, cristal, vidrio…
• Residuos no peligrosos, tales como la madera, algunos plásticos, papel, yeso o la inmensa mayoría de los metales utilizados en esta actividad.
• Residuos tóxicos y peligrosos. En esta categoría, habría que mencionar a las pinturas, los disolventes, el amianto, el plomo o los residuos radiactivos.

Para poder llevar a cabo una gestión adecuada, la norma actual apuesta por la elaboración de un plan de gestión integral de residuos de construcción y demolición. En él, se deben detallar todos los aspectos que guarden relación con el almacenamiento, producción, transporte o tratamiento de todos los residuos generados.

• By : Javier Ortiz